martes, 21 de abril de 2020

Economía y relaciones comerciales en tiempos de pandemia


La Pandemia desata la crisis económica - De Verdad digital


Por: Ricardo Escobar

En pleno apogeo de la pandemia del COVID -19 ocasionado por el virus SARS –Cov2, se avizora una inevitable recesión económica a nivel mundial y en consecuencia local, sin lugar a duda, esta coyuntura y posterior etapa de recuperación arroja perdedores y ganadores. Aunque suene muy tentador creer teorías conspirativas que circulan en redes sociales, éstas carecen de la rigurosidad científica y práctica que validen estas afirmaciones, el problema es que en los últimos años, los políticos populistas en muchos países, incluidos aquellos democráticos, han socavado deliberadamente la confianza de la gente en la ciencia. Entre otras cosas se ha escuchado que el virus fue creado en un laboratorio, otras teorías afirman que es una guerra biológica y otras apuntan a que estamos viviendo la tercera guerra mundial o incluso el propio apocalipsis. Motivo a usted querido lector verifique sus fuentes de información pero sobre todo apele a su capacidad de análisis y discernimiento.

La comunidad científica ya se ha pronunciado, puesto que han descartado que un virus de esta magnitud se haya creado en un laboratorio, como lo afirma Carolina Cárdenas, especialista en biología molecular (Cardenas , 2020); “Ni los laboratorios más equipados y los mejores científicos tienen la capacidad de predecir la especificidad de varias cosas como para que esto ocurra. El virus SARs Cov – 2 que ocasiona el COVID- 19 tiene características tan nuevas y específicas en cuanto a la unión a la célula humana y al éxito de su infección el cual no puede haber sido creado de cero en un laboratorio y tampoco partiendo de un virus ya conocido como los anteriores de la familia de coronavirus y SARs”.

Habiendo aclarado de entrada este punto, es preciso entender las relaciones interdependientes de los países a través de la globalización, este último término se refiere a la integración de las economías del mundo por medio de la reducción de barreras al movimiento de capitales, pero especialmente de los factores de circulación[1]. Es cierto que estas medidas se ocupan sólo de los aspectos económicos de la interdependencia global. Sin embargo, el Índice de Globalización, muestra algunas dimensiones de esta casi hiperdependencia mundial, siendo estas; económica, tecnológica, contacto personal y, política (Daniels, Radebaugh, & Sullivan, 2013). Aquí es donde convergen algunos conceptos, especialmente la “aldea global” en relación a la rapidez con que el virus se propagó a nivel mundial, ocasionado principalmente por el tercer factor que se refiere a viajes y turismo internacional, tráfico telefónico internacional y transferencias personales de fondos a destinos internacionales.

Conviene revisar además, algunos acontecimientos de relevancia en la historia de la humanidad a fin de sostener lo que actualmente estamos viviendo. Entre estos acontecimientos destacan las grandes revoluciones de la humanidad, según lo manifiesta el autor Harari (2014) siendo éstas en orden sucesivo; la revolución cognitiva, agrícola, industrial y científica. En el contexto actual, la primera y la última toman especial relevancia, la primera dado que el ser humano es por naturaleza social y a lo largo de la historia ya ha enfrentado varias enfermedades que han tenido como protagonista el contagio a través del contacto personal. Por su parte en la cuarta revolución, los científicos ya venían advirtiendo un posible brote de virus asociados a la evolución natural, procedentes de la familia de los coronavirus de animales como el Camello (MERs) y el actual SARS – Cov 2 que se presume pudo haberse transmitido a partir de un murciélago y como animal intermedio el pangolín, tal como ha ocurrido en otros coronavirus causantes de síntomas graves (Nature., 2020, págs. 265-269).

Dadas estas condiciones, el confinamiento y distanciamiento social en occidente es consecuencia del crecimiento exponencial de la pandemia que al redactar estas líneas alcanza a 2’546.527[2] personas. Esto no fue transparentado y controlado por el gobierno chino a tiempo, cuando lo advirtieron los médicos del país asiático a finales de 2019. Inmediatamente, varios líderes políticos subestimaron el poder del brote epidemiológico tanto a nivel sanitario como a nivel económico a tal punto que en marzo[3] la OMS declaró como Pandemia al COVID - 19, mientras que las bolsas de valores mundiales se desplomaban en sesiones históricas. Es decir que el descontrol se debe principalmente la incompetencia humana más que a la ira divina u otros factores (Harari Y. , 2020).  En este escenario, los precios del petróleo ya venían cayendo por una baja demanda y una sobre oferta mundial, en medio de plena propagación del virus, Arabia Saudita básicamente líder y dueño de la OPEP anunció el aumento de producción para presionar a Rusia y Estados Unidos sobre su acumulación de reservas y cuotas de producción, fue una jugada desastrosa en el momento equivocado lo que ha llevado al precio del oro negro a mínimos históricos desde 1998, lo que podría desencadenar en una crisis similar al gran crack de 1929. En la sesión del 20 de abril el precio del contrato de mayo del crudo WTI[4] cerraba a USD -37.89, lo que significa que quienes tenían esos contratos debían pagar para que el crudo físico sea almacenado. A diferencia de crisis anteriores, ahora la demanda mundial también ha caído y la recuperación del precio parece estar lejos, se ha visto en los mercados una tendencia lateral y se prevé que el precio recién se estabilice en los contratos de junio, lo cual lleva a pensar en dos cosas. La primera el posible fin de la era  petrolera en vista de la decreciente demanda y el surgimiento de energías alternativas más limpias y en segundo lugar que la crisis para el Ecuador será aún más severa que para las demás economías.

En medio de todo esto, China también pierde, porque ha registrado muertes, pero sobre todo sufrirá las consecuencias de la recesión económica y el desabastecimiento de materias primas y bienes intermedios producto de la paralización de las cadenas globales de suministro. Actualmente, la prioridad de los países es superar la crisis sanitaria y apostar a la recuperación económica, lo cual vendrá acompañado de aranceles a la importación, lo que ya se vivía con la guerra comercial entre Estados Unidos y China, con niveles históricamente altos de barreras al comercio. Al menos en el corto y medio plazo las compras al gigante asiático se verán limitadas por otros productos de mayor necesidad como alimentos y dispositivos médicos para enfrentar la crisis sanitaria.

Se habla también de una recompra de acciones de empresas de occidente a “precios bajos”, siendo importante mencionar que no se conoce a ciencia cierta los tenedores de acciones de las principales empresas norteamericanas y tampoco los acreedores de las obligaciones de las mismas. En ese sentido, aunque China pudo haber sacado partido de aquello, las acciones de las empresas norteamericanas no han sufrido cambios significantes en sus tenedores y las pérdidas no han alcanzado a crisis anteriores de similar magnitud.  

Finalmente, haciendo caso omiso a las advertencias de la comunidad científica y lejos del sentido común, todos los países incluyendo China y Estados Unidos se confiaron y subestimaron el poder de la pandemia, lo que lleva a la primera conclusión, a pesar de que el virus tuvo su origen en oriente, este es un problema mundial y ahí es cuando el concepto de “aldea global” cobra aún más relevancia porque reduce la humanidad a una comunidad relativamente pequeña, ultra conectada, dónde todos los países han perdido. 

La segunda conclusión es que la aldea global es cada vez más chica, por lo tanto este punto de inflexión en la humanidad servirá como una oportunidad para desarrollar el comercio mundial y las cadenas globales de valor a través de alternativas disruptivas, por ejemplo con tecnologías y comportamientos, comercio electrónico, big data, fintech, inteligencia artificial, automatización y el blockchain.

Entre los sectores ganadores pre y post pandemia se pueden citar por ejemplo; supermercados y grandes cadenas de consumo, tecnologías de entretenimiento en el hogar como Netflix, servicios de cuidados de la salud a través de medicina en ordenador, redes sociales y software de comunicación como Zoom. Asimismo, nuevos sectores o algunos que se consolidarán; el sector financiero a través de fintech, dinero electrónico y criptomendas como por ejemplo el bitcoin.  De hecho, en días pasados el gigante tecnológico Facebook ha anunciado el lanzamiento de su criptomoneda llamada “libra” para hacer frente al Bitcoin. Otros sectores como compras automatizadas en base a perfiles del consumidor, transporte customizado similar a la oferta de Uber, revolución de la cadena de suministro y delivery personalizado.

El antídoto para enfrentar las crisis es la información y la cooperación oportuna de la comunidad internacional, en este punto la pregunta no es si estos cambios ocurrirán, sino cuán profundos serán y cuál será su impacto en la interdependencia global, seguramente en medio de una nueva revolución de la humanidad. Como lo afirmaba McLuhan quien empleó por primera vez el término “aldea global” “el cambio tecnológico no es inevitable si entendemos sus componentes y sabemos cómo contenerlo y hasta apagarlo para protegemos de él cuando sea necesario”.

Trabajos citados:

 


Cardenas , C. (17 de Abril de 2020). media.com. Obtenido de 2020: https://medium.com/@anacarfi7593/el-nuevo-sars-cov-2-fue-creado-en-un-laboratorio-ee89f220f75
Daniels, J. D., Radebaugh, L. H., & Sullivan, D. P. (2013). Negocios Internacionales "Ambientes y Operaciones". México: Pearson.
Harari, Y. (17 de Abril de 2020). South China Morning post. Obtenido de South China Morning post: https://www.scmp.com/news/china/article/3077960/homo-deus-author-yuval-harari-shares-pandemic-lessons-past-and-warnings?fbclid=IwAR2b6pMEt1Gj4mpsBjSapqwL79e_tg_76eL4MLL788WYGDgTGRDbkM1H8y8
Harari, Y. N. (2014). De animales a dioses "Breve historia de la humanidad". Bogotá: Debate.
Nature. (2020). A new coronavirus associated with human respiratory disease in China. Nature, 265-269.





[1] El término “factores de circulación” se refiere a mercancías, medios de transporte y personas.
[4] West Texas Intermediate, precio de referencia para el barril del crudo pesado estadounidense y ecuatoriano.