domingo, 5 de marzo de 2023

Miedo y asco en Las Vegas

 

El libro homónimo de Hunter S. Thompson “Miedo y asco en Las Vegas” lanzado en 1971 es fascinante, fue escrito en un contexto histórico, marcado por los acontecimientos políticos, culturales y sociales posterior a la Guerra de Vietnam, la revolución de los derechos civiles, la era hippie y el inconcluso periodo de Nixon. 

Toda la obra está marcada por hasta entonces un estilo disruptivo, el viaje no solamente es físico sino mental, basado en hechos reales que acongojaron al mismo autor. Este relato dio lugar al llamado "periodismo gonzo", un modelo de periodismo que plantea eliminar la división entre sujeto y objeto, ficción y no ficción, dónde el lector pierde en algunos pasajes el contexto y horizonte . Por esta razón, lo he clasificado en la sección "viajes" pero también en "ficción". 

Más adelante en 1998 , trascendió a la pantalla grande con la película del mismo nombre. Este filme pasó rápidamente a ser muy aclamado en la cultura popular y, no es para menos, con un reparto de lujo;  Jhonny Deep, Benicio del Toro, Cameron Diaz, Cristina Ricci, entre otros. 

No obstante, la historia no acaba ahí, pues en 2005 el autor Hunter S. Thompson se suicidó con una escopeta dejando todo el legado de su vida y obra, acentuando aún más la figura que ya ostentaba el libro y el filme en la cultura popular. 

El texto está lleno de relatos psicodélicos como consecuencia del abuso de toda clase de drogas, pues aquí la historia no importa tanto, como el proceso de construirla. Thompson satiriza la cultura estadounidense y su obsesión por el consumismo, la tecnología y el poder, aborda temas como la corrupción, y hace una tremenda crítica al uso y abuso de todo tipo de sustancias. Resulta una obra única y representativa de su época, que se ha convertido en un clásico de la literatura moderna. La prosa frenética y desenfrenada de Thompson, su crítica social y su visión de la contracultura han influido en generaciones posteriores de escritores y periodistas. Puede ser una lectura no apta para todos los gustos, ya que su estilo es muy particular y su contenido puede resultar provocativo. Sin embargo, para aquellos que buscan una lectura desafiante y atrevida, el libro de Hunter S. Thompson es una obra esencial que ha dejado huella y, que en mi opinión merece la pena echarle un vistazo.


Aquí lo puedes comprar: https://bookshop.org/lists/travel-0d1c2293-b2d6-473a-9641-477f5d067249






domingo, 21 de noviembre de 2021

La revolución del Comercio Electrónico

El comercio es tan antiguo como la historia de la humanidad, desde la revolución cognitiva 70.000 años atrás, nuestros antepasados los recolectores cazadores ya intercambiaban a través del trueque, lo que posteriormente diera lugar a las cadenas globales de intercambio. Esto convirtió a todo el globo en una única esfera económica y política. Las personas continuaban hablando dialectos extraños, obedecían a gobernadores diferentes y adoraban a dioses distintos, pero todos creían en el intercambio. Sin esta creencia compartida, las redes comerciales globales habrían sido prácticamente imposibles. (Escobar, 2021).

El comercio sigue existiendo, pero ahora tiene una versatilidad inimaginable. Las investigaciones sugieren que el comercio electrónico es fácil de emprender, proporciona entrega de información más rápida y abarata los costos, genera retroalimentación rápida sobre nuevos productos, mejora la atención al cliente, tiene acceso a una audiencia global, nivela el campo de competencia y apoya el intercambio electrónico de datos. Se trata de un canal de venta alternativo, permanente y dinámico, por el cual las empresas, grandes, medianas y pequeñas realizan intercambios comerciales a nivel local y foráneo. Principalmente, estas dos últimas no pueden costear el establecimiento de una red de ventas internacional.  Por esta razón, el marketing por internet está adquiriendo importancia creciente entre las empresas exportadoras de los países emergentes, por ejemplo, a través de plataformas como; Alibaba, Mercado Libre y Wish.

A partir del surgimiento de este canal se ha reducido aún más las barreras físicas del comercio transfronterizo de mercancías, y desde luego del comercio de servicios, derivando en una estrecha, pero amplísima comunidad comercial virtual, donde cobra aún más sentido el término “aldea global”. Los datos muestran que estamos frente a una realidad y el proceso se torna irreversible, por más que la tendencia general sea rechazar lo nuevo y lo desconocido es imposible detener el avance y el progreso de la sociedad. Según la Ley de difusión de innovaciones popularizada en 1962 por Everett Rogers, la población de cualquier país se divide en 5 segmentos que a largo plazo y progresivamente tienden a adaptarse a los cambios y avances relacionados con nuevos conocimientos y formas de hacer las cosas. (Vilaseca, 2014)

En pleno auge de la pandemia por el COVID -19 en el año 2020 se redujo dramáticamente el comercio transfronterizo de mercancías, lo que posteriormente ocasionó una crisis de escases de contenedores a nivel mundial. Los datos que recoge la Organización Mundial del Comercio “OMC” en 2020 indicaron una caída drástica del 12,9% en el volumen del comercio mundial. Contrario a esta tendencia, las compañías de comercio electrónico no solo que aumentaron sus ventas, sino que también en algunos casos triplicaron el precio de sus acciones desde el crash de los mercados financieros a finales de marzo del 2020.  Es decir, la pandemia y el confinamiento fueron el punto de inflexión, para que el comercio electrónico se dispare y se consolide a nivel local y mundial.

A pesar de eso, todavía existe mucha resistencia y desconfianza. Los datos revelan que muchas personas, por ejemplo, en países emergentes como India, China y otros de Asia, desconfían naturalmente de las transacciones de comercio electrónico, lo mismo sucede en Ecuador y parte de Latinoamérica. En un estudio de comparaciones interculturales del uso de información en Internet y la interpretación y reacción que provoca revelaron diferencias importantes entre la cultura de un país y la tendencia a evitar la incertidumbre. (Daniels, Radebaugh, & Sullivan, 2013)

En el contexto de la reglamentación, en la segunda Conferencia Ministerial, celebrada en mayo de 1998 en el seno de la OMC, los Ministros, reconocieron la expansión del comercio electrónico mundial, que estaba creando nuevas oportunidades. Allí adoptaron la Declaración sobre el Comercio Electrónico Mundial. En ella se pedía el establecimiento de un programa de trabajo sobre el comercio electrónico, que fue acogido finalmente en septiembre de 1998 (Organización Mundial del Comercio, 2021). Mientras tanto en el ámbito local el 17 de abril del 2002, el entonces Congreso Nacional, promulgaba la Ley de Comercio Electrónico, cuyo objeto, así como el programa de trabajo de la OMC fue regular esta actividad. Entre otras, la Ley regula los mensajes de datos, la firma electrónica, los servicios de certificación, la contratación electrónica y la telemática.

Debido al avance y la dinámica de esta modalidad de comercio, dichas regulaciones podrían resultar ya rezagadas. La tendencia apunta a que se empleará más recursos económicos en salud, educación, arte, entretenimiento, deporte, ciencia, conocimiento y espiritualidad. Cada vez más personas procuran apoyar a compras de empresas y organizaciones que favorezcan la igualdad social, que promuevan el comercio justo, que apoyen a la producción orgánica o que fomenten el consumo local, esto se conoce como; consumo postmaterialista. Cada vez que pagamos por algo, estamos validando y aprobando la manera en la que se ha producido. Al poner nuestro dinero sobre el mostrador, estamos conformes con los antecedentes de dicho producto, los materiales y el destino que tome cuando no lo queramos o lo tiremos.

Por ahora, los retos del comercio electrónico no son menores, desde la ciberseguridad, los pagos electrónicos, el uso del big data y las cuestiones legales. El comercio electrónico representa una revolución en sí misma, que ha venido para quedarse. La facilidad para navegar y comprar a través del internet es asombrosa, esto inyecta una dosis directa de dopamina a nuestros cerebros, similar a lo que sucede instantes previos en los que un apostador corre su apuesta. Lo que se traduce en mayor disfrute y placer al navegar y comprar, esto dispara automáticamente el Efecto Diderot, que sostiene que obtener una posesión con frecuencia crea una espiral de consumo que conduce a realizar compras adicionales,  (Schor , 1999) ¿A quién no le ha pasado?. Finalmente, esto refuerza aún más el éxito de las compañías e-commerce, de cara a una cuarta revolución de la humanidad y el consumo postmaterialista.


Por: Ricardo Escobar M.


Bibliografía

Daniels, J. D., Radebaugh, L. H., & Sullivan, D. P. (2013). Negocios Internacionales Ambientes y Operaciones. México: Pearson educación.

Escobar, M. R. (2021, Agosto 28). El Chunucari. Retrieved from El Chunucari: http://elchunucari.blogspot.com/

Organización Mundial del Comercio. (2021, 07 11). Organización Mundial del Comercio. Retrieved from Organización Mundial del Comercio: https://www.wto.org/spanish/tratop_s/ecom_s/ecom_s.htm

Schor , J. (1999). The overspent American: Why we want what we don't need. Nueva York: Harper Perennial.

Vilaseca, B. (2014). Qué harías si no tuvieras miedo. Bogotá: Penguin Random House Grupo Editorial .

sábado, 4 de julio de 2020

Certeza*

(*) Además de ser una obra sencilla y fascinante, refleja la inocencia y la nobleza de las palabras del niño, hermoso!

domingo, 17 de mayo de 2020

Fragmento de "Gracias por el fuego"*

Hoy sí la rambla. Nada de Canelones. Está lindo aquí, corre un vientito. Por lo menos este verano artificial se parece a nuestro verano verdadero: al atardecer refresca ¿ Y si, por ejemplo, pensara ahora en Dolores? Desde hoy me está dando vueltas en la cabeza el poema que hizo Vargas cuando se enamoró de aquella morochita de Arquitectura. Una miniatura, lindísima y simpática, pero casada. Después, cuando todo había pasado, me dio una copia a máquina y me dijo: Creo que es lo más verdadero que escribí y además no creo que escriba algún día nada mejor. Tenía razón, después de todo. En ese entonces escribía bastante, pero después se metió en el República, y más adelante consiguió unas representaciones y se casó y tiene un montón de hijos. Pero el poema es bueno, claro que sí. Me lo aprendí de memoria y me daba lástima no tener en quien pensar cuando lo decía. Ahora tengo. Pero no estoy seguro de acordarme. A ver. 

"Porque te tengo y no
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos 
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen 
y eres mejor que todas tus imágenes 
porque eres linda desde el pie hasta el alma 
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza
porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
sino te miro amor
sino te miro
porque siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tientes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque 
la noche pase y yo te tenga 
y no."


Me acordé y es para vos, Dolores. Lo hizo otro, para otro, pero también yo lo hice y es para vos. Lo hizo otro porque yo no sé decir las cosas que siento, pero reconozco cuando alguno es capaz de decirlas por mí. Y es también un modo de decirlas. A lo mejor, Vargas ya no se acuerda de esto que escribió. Yo me acuerdo y es un modo de hacerlo mío. Porque eres mía, porque no eres mía. Nadie podría decirlo mejor, ¿verdad?  Corazón coraza. Es para vos Dolores. Ya no se quién lo hizo. Acaso Vargas fue un robot que pensó por mí. Acaso yo soy Vargas, o Vargas era yo. Lo único seguro es que estas existiendo, Dolores, en algún rincón de este día, en algún lugar del mundo, sola o con alguien pero sin mí. Lo único seguro es que sos mejor que todas tus imágenes, que todas las imágenes que yo tengo de vos. ¿Quise esperar este instante a solas, sin prisa exterior y sin testigos, para decirme, con todas las letras, que estoy enamorado? ¿A los cuarenta y cuatro años? Quizá solo semienamorado. Porque ella dice que no, que no me quiere. Y para estar total, completa y absolutamente enamorado, hay que tener plena conciencia de que uno también es querido, que uno también inspira amor. De modo que semienamorado. Pero ¿en qué forma? No como en la adolescencia, por supuesto que no. Entonces era una especie de locura contenta, un frenesí, que llevaba en su propio énfasis el germen de la autodestrucción, una suma de juego más sexo. Ahora es otra cosa. El sexo está, claro, cómo no iba a estar. Dolores me atrae físicamente. Me toca apenas, apoya una mano sobre mi brazo, no como un gesto de amor sino como un simple acompañamiento de la conversación, y siento en mí un estremecimiento, acuso inmediatamente recibo de esa piel mansa, tibia, prometedora, que aplasta momentánea y suavemente  los vellos de mi antebrazo o mi muñeca. Pero hay mucho más. Mi conmoción interior es más viva aún cuando me mira que cuando me toca. Además, me ha tocado tan pocas veces y siempre por motivos tan triviales. En cambio, siempre me mira, nunca rehuye mis ojos. Tiene una formidable capacidad de estar íntegra en su mirada, para mirar viviendo, para mirar sintiendo, para mirar simpatizando. Ella simpatiza conmigo, de eso si estoy seguro. Y su simpatía es tan cálida, tan vital, tan lúcida, que es casi el equivalente de un amor. Es probable que una mujer de intimidad más pobre o más rígida, en un instante de amor, en su mejor instante de amor, pueda alcanzar ese mismo nivel de comunicación y de intimidad afectiva. Dolores, solo simpatizando, equivale a otra mujer en el cenit de su amor. Pero nada de eso es suficiente. Porque aunque yo capte, o crea captar, la intensidad afectiva de Dolores cuando simpatiza conmigo, demasiado sé que ése no es su máximo, que su máximo no es la mera simpatía, por intensa que ésta sea, sino el amor. Y no puedo evitar esa conjetura: si la mera simpatía de Dolores me conmueve así, ¿cómo no habría de conmoverme el amor de Dolores, el amor en su máximo, en plena ebullición? Y ante esa posibilidad tampoco puedo evitar sentir un vértigo, no puedo evitar que se me vaya la cabeza. Tal vez mañana o pasado me resigne. Pero hoy sufro como condenado. Ayer mismo yo no sabía que podía querer así. Entonces ¿qué ha pasado? ¿Es simplemente porque hablé, porque se lo dije? Puede ser. Hoy, a medida que se lo iba diciendo sentía que eso era más y más verdadero, como si al decirlo yo, fuera haciendo proselitismo conmigo mismo, convenciendo para siempre a mi corazón, este mismo corazón que ahora me duele, sí, físicamente, éste órgano hueco y muscular que de algún modo se las arregla para ocuparse simultáneamente de la sangre y las emociones. Si por lo menos ahora, cuando llegue a casa, pudiera estar solo, si por lo menos nadie me hablara. Pero no, seguramente vendrá Susana a contarme los chismes de Laura o a quejarse de lo cansada que está debido a que se ha quedado sin muchacha, o a pedirme que le hable seriamente a Gustavo, porque cada vez tiene más amistades anarquistas o socialistas o comunistas, o a informarme de que llamó tía Olga para decirle lo buen tipo que soy, o, lo peor de todo, a sugerirme que hoy vayamos a cenar a Carrasco, porque no está como para ponerse a cocinar. Hoy no quiero ir a comer afuera. Quiero cenar muy frugalmente, tal vez una ensalada bien fresca y nada más, y después salir a caminar un rato, pero solo. Ojalá que cuando le diga a Susana si quiere venir conmigo, me diga como tantas veces que está muy cansada, que va acostarse temprano. Quiero salir a caminar solo por la Rambla, o quizá ir a mirar las fosforescencias en las olas o tenderme boca arriba en la arena. Pero ya veo, Susana me está esperando junto a la verja, y esto no es precisamente un buen indicio. Todavía esta bien Susana, pese a los treinta y nueve años que cumple la semana que viene. Pero no se trata de eso. 

  - ¿ Mucho calor en el centro? 
  - Horrible. En este momento, creo que lo más importante es la ducha que voy a darme.
  - Eso es, duchate y ponete fresco. Vine aquí a esperarte para que no entres el auto al garaje. Estoy tan cansada ahora que no tengo muchacha, que, francamente, no tengo ganas de cocinar. ¿ Qué te parece si vamos a cenar a Carrasco? 



(*) Tomado del libro Gracias por el fuego - Mario Benedetti 1969,

De bolsillo - julio 2015.  (Este texto tiene objeto didáctico, así como rendir homenaje a la obra y legado del autor, conmemorando el día de su deceso, 17 de mayo de 2009 )

martes, 21 de abril de 2020

Economía y relaciones comerciales en tiempos de pandemia


La Pandemia desata la crisis económica - De Verdad digital


Por: Ricardo Escobar

En pleno apogeo de la pandemia del COVID -19 ocasionado por el virus SARS –Cov2, se avizora una inevitable recesión económica a nivel mundial y en consecuencia local, sin lugar a duda, esta coyuntura y posterior etapa de recuperación arroja perdedores y ganadores. Aunque suene muy tentador creer teorías conspirativas que circulan en redes sociales, éstas carecen de la rigurosidad científica y práctica que validen estas afirmaciones, el problema es que en los últimos años, los políticos populistas en muchos países, incluidos aquellos democráticos, han socavado deliberadamente la confianza de la gente en la ciencia. Entre otras cosas se ha escuchado que el virus fue creado en un laboratorio, otras teorías afirman que es una guerra biológica y otras apuntan a que estamos viviendo la tercera guerra mundial o incluso el propio apocalipsis. Motivo a usted querido lector verifique sus fuentes de información pero sobre todo apele a su capacidad de análisis y discernimiento.

La comunidad científica ya se ha pronunciado, puesto que han descartado que un virus de esta magnitud se haya creado en un laboratorio, como lo afirma Carolina Cárdenas, especialista en biología molecular (Cardenas , 2020); “Ni los laboratorios más equipados y los mejores científicos tienen la capacidad de predecir la especificidad de varias cosas como para que esto ocurra. El virus SARs Cov – 2 que ocasiona el COVID- 19 tiene características tan nuevas y específicas en cuanto a la unión a la célula humana y al éxito de su infección el cual no puede haber sido creado de cero en un laboratorio y tampoco partiendo de un virus ya conocido como los anteriores de la familia de coronavirus y SARs”.

Habiendo aclarado de entrada este punto, es preciso entender las relaciones interdependientes de los países a través de la globalización, este último término se refiere a la integración de las economías del mundo por medio de la reducción de barreras al movimiento de capitales, pero especialmente de los factores de circulación[1]. Es cierto que estas medidas se ocupan sólo de los aspectos económicos de la interdependencia global. Sin embargo, el Índice de Globalización, muestra algunas dimensiones de esta casi hiperdependencia mundial, siendo estas; económica, tecnológica, contacto personal y, política (Daniels, Radebaugh, & Sullivan, 2013). Aquí es donde convergen algunos conceptos, especialmente la “aldea global” en relación a la rapidez con que el virus se propagó a nivel mundial, ocasionado principalmente por el tercer factor que se refiere a viajes y turismo internacional, tráfico telefónico internacional y transferencias personales de fondos a destinos internacionales.

Conviene revisar además, algunos acontecimientos de relevancia en la historia de la humanidad a fin de sostener lo que actualmente estamos viviendo. Entre estos acontecimientos destacan las grandes revoluciones de la humanidad, según lo manifiesta el autor Harari (2014) siendo éstas en orden sucesivo; la revolución cognitiva, agrícola, industrial y científica. En el contexto actual, la primera y la última toman especial relevancia, la primera dado que el ser humano es por naturaleza social y a lo largo de la historia ya ha enfrentado varias enfermedades que han tenido como protagonista el contagio a través del contacto personal. Por su parte en la cuarta revolución, los científicos ya venían advirtiendo un posible brote de virus asociados a la evolución natural, procedentes de la familia de los coronavirus de animales como el Camello (MERs) y el actual SARS – Cov 2 que se presume pudo haberse transmitido a partir de un murciélago y como animal intermedio el pangolín, tal como ha ocurrido en otros coronavirus causantes de síntomas graves (Nature., 2020, págs. 265-269).

Dadas estas condiciones, el confinamiento y distanciamiento social en occidente es consecuencia del crecimiento exponencial de la pandemia que al redactar estas líneas alcanza a 2’546.527[2] personas. Esto no fue transparentado y controlado por el gobierno chino a tiempo, cuando lo advirtieron los médicos del país asiático a finales de 2019. Inmediatamente, varios líderes políticos subestimaron el poder del brote epidemiológico tanto a nivel sanitario como a nivel económico a tal punto que en marzo[3] la OMS declaró como Pandemia al COVID - 19, mientras que las bolsas de valores mundiales se desplomaban en sesiones históricas. Es decir que el descontrol se debe principalmente la incompetencia humana más que a la ira divina u otros factores (Harari Y. , 2020).  En este escenario, los precios del petróleo ya venían cayendo por una baja demanda y una sobre oferta mundial, en medio de plena propagación del virus, Arabia Saudita básicamente líder y dueño de la OPEP anunció el aumento de producción para presionar a Rusia y Estados Unidos sobre su acumulación de reservas y cuotas de producción, fue una jugada desastrosa en el momento equivocado lo que ha llevado al precio del oro negro a mínimos históricos desde 1998, lo que podría desencadenar en una crisis similar al gran crack de 1929. En la sesión del 20 de abril el precio del contrato de mayo del crudo WTI[4] cerraba a USD -37.89, lo que significa que quienes tenían esos contratos debían pagar para que el crudo físico sea almacenado. A diferencia de crisis anteriores, ahora la demanda mundial también ha caído y la recuperación del precio parece estar lejos, se ha visto en los mercados una tendencia lateral y se prevé que el precio recién se estabilice en los contratos de junio, lo cual lleva a pensar en dos cosas. La primera el posible fin de la era  petrolera en vista de la decreciente demanda y el surgimiento de energías alternativas más limpias y en segundo lugar que la crisis para el Ecuador será aún más severa que para las demás economías.

En medio de todo esto, China también pierde, porque ha registrado muertes, pero sobre todo sufrirá las consecuencias de la recesión económica y el desabastecimiento de materias primas y bienes intermedios producto de la paralización de las cadenas globales de suministro. Actualmente, la prioridad de los países es superar la crisis sanitaria y apostar a la recuperación económica, lo cual vendrá acompañado de aranceles a la importación, lo que ya se vivía con la guerra comercial entre Estados Unidos y China, con niveles históricamente altos de barreras al comercio. Al menos en el corto y medio plazo las compras al gigante asiático se verán limitadas por otros productos de mayor necesidad como alimentos y dispositivos médicos para enfrentar la crisis sanitaria.

Se habla también de una recompra de acciones de empresas de occidente a “precios bajos”, siendo importante mencionar que no se conoce a ciencia cierta los tenedores de acciones de las principales empresas norteamericanas y tampoco los acreedores de las obligaciones de las mismas. En ese sentido, aunque China pudo haber sacado partido de aquello, las acciones de las empresas norteamericanas no han sufrido cambios significantes en sus tenedores y las pérdidas no han alcanzado a crisis anteriores de similar magnitud.  

Finalmente, haciendo caso omiso a las advertencias de la comunidad científica y lejos del sentido común, todos los países incluyendo China y Estados Unidos se confiaron y subestimaron el poder de la pandemia, lo que lleva a la primera conclusión, a pesar de que el virus tuvo su origen en oriente, este es un problema mundial y ahí es cuando el concepto de “aldea global” cobra aún más relevancia porque reduce la humanidad a una comunidad relativamente pequeña, ultra conectada, dónde todos los países han perdido. 

La segunda conclusión es que la aldea global es cada vez más chica, por lo tanto este punto de inflexión en la humanidad servirá como una oportunidad para desarrollar el comercio mundial y las cadenas globales de valor a través de alternativas disruptivas, por ejemplo con tecnologías y comportamientos, comercio electrónico, big data, fintech, inteligencia artificial, automatización y el blockchain.

Entre los sectores ganadores pre y post pandemia se pueden citar por ejemplo; supermercados y grandes cadenas de consumo, tecnologías de entretenimiento en el hogar como Netflix, servicios de cuidados de la salud a través de medicina en ordenador, redes sociales y software de comunicación como Zoom. Asimismo, nuevos sectores o algunos que se consolidarán; el sector financiero a través de fintech, dinero electrónico y criptomendas como por ejemplo el bitcoin.  De hecho, en días pasados el gigante tecnológico Facebook ha anunciado el lanzamiento de su criptomoneda llamada “libra” para hacer frente al Bitcoin. Otros sectores como compras automatizadas en base a perfiles del consumidor, transporte customizado similar a la oferta de Uber, revolución de la cadena de suministro y delivery personalizado.

El antídoto para enfrentar las crisis es la información y la cooperación oportuna de la comunidad internacional, en este punto la pregunta no es si estos cambios ocurrirán, sino cuán profundos serán y cuál será su impacto en la interdependencia global, seguramente en medio de una nueva revolución de la humanidad. Como lo afirmaba McLuhan quien empleó por primera vez el término “aldea global” “el cambio tecnológico no es inevitable si entendemos sus componentes y sabemos cómo contenerlo y hasta apagarlo para protegemos de él cuando sea necesario”.

Trabajos citados:

 


Cardenas , C. (17 de Abril de 2020). media.com. Obtenido de 2020: https://medium.com/@anacarfi7593/el-nuevo-sars-cov-2-fue-creado-en-un-laboratorio-ee89f220f75
Daniels, J. D., Radebaugh, L. H., & Sullivan, D. P. (2013). Negocios Internacionales "Ambientes y Operaciones". México: Pearson.
Harari, Y. (17 de Abril de 2020). South China Morning post. Obtenido de South China Morning post: https://www.scmp.com/news/china/article/3077960/homo-deus-author-yuval-harari-shares-pandemic-lessons-past-and-warnings?fbclid=IwAR2b6pMEt1Gj4mpsBjSapqwL79e_tg_76eL4MLL788WYGDgTGRDbkM1H8y8
Harari, Y. N. (2014). De animales a dioses "Breve historia de la humanidad". Bogotá: Debate.
Nature. (2020). A new coronavirus associated with human respiratory disease in China. Nature, 265-269.





[1] El término “factores de circulación” se refiere a mercancías, medios de transporte y personas.
[4] West Texas Intermediate, precio de referencia para el barril del crudo pesado estadounidense y ecuatoriano.

martes, 16 de julio de 2019

La Ruta de la seda y su aporte en el desarrollo del comercio mundial y las cadenas globales de valor*




Antiguamente, la Ruta de la Seda fue un importante eje comercial entre Asia y Europa. El hermoso tejido de la seda, se obtiene de filamentos que desprenden los capullos de una especie de gusano. Estos suaves tejidos se utilizaban para la confección de vistosos y finos vestidos, considerados artículos de lujo. ¿Cómo ha contribuido la Ruta de la Seda para el desarrollo del comercio mundial y las cadenas globales de valor?

En la legendaria China, la industria del gusano de seda, así como las rutas comerciales con los países occidentales, se establecieron desde el año 2460 a.c, hasta el siglo XIV. Desde  un  principio,  los  propios  chinos  se  dieron  cuenta  que la seda era un inmenso tesoro. Su cultivo, fue uno de los secretos mejor guardados en la historia, a tal punto, que su divulgación se castigaba con la pena de muerte. Esta red de caminos impulsados por el creciente comercio de la seda, partía desde China hasta la costa de Siria, representando además un importante intercambio cultural. (Llagostera, 2004).

Los visitantes y mercaderes, incluyendo al viajero veneciano Marco Polo, llegaban desde Europa donde este producto era muy apetecido[1]. Estos comerciantes a través de mar y tierra lograron establecer, hace 2300 años las rutas de intercambio de productos entre los extremos del continente euroasiático, lo que permitió el florecimiento del comercio, la cultura y el descubrimiento de avances como el hierro fundido y el vidrio de Occidente (Higueras, 2015)Esta senda de las caravanas, recibió el nombre de Seidenstrasse “Ruta de la Seda” por el geógrafo alemán Ferdinand von Richthofen (1833-1905), en el siglo XIX , cuando ya había caído en desuso. 

Posteriormente, la aparición de una única zona monetaria transnacional y transcultural puso los cimientos para la unificación de Afroasia, y finalmente de todo el globo, en una única esfera económica y política. Las personas continuaban hablando dialectos extraños, obedecían a gobernadores diferentes y adoraban a dioses distintos, pero todos creían en las monedas de oro y plata. Sin esta creencia compartida, las redes comerciales globales habrían sido prácticamente imposibles. El oro y la plata que los conquistadores del siglo XVI encontraron en América permitieron a los mercaderes europeos adquirir seda, porcelana y especias de Asia oriental, con lo que movían las ruedas del crecimiento económico en Europa como en Asia oriental. La mayor parte de oro y plata extraídos de las minas de Centro América y los Andes se escapó de las manos europeas hasta encontrar una buena acogida en las bolsas de los fabricantes chinos de seda y porcelana. (Harari, 2014) 

En el año 2014, la UNESCO, eligió un tramo de la ruta, como Patrimonio de la Humanidad bajo la designación; Rutas de la Seda: red viaria de la ruta del corredor Chang’an-Tian-shan. La ruta abarca 5.000 kilómetros de la gran red viaria que va desde Chang’an/Luoyang, capital principal de China durante el reinado de las dinastías Han y Tang, hasta la región de Zhetysu, situada en Asia Central. (UNESCO, 2019)

Hoy en día, China ha emprendido un proyecto ambicioso sin precedentes, denominado; “Un Cinturón-Una Ruta” (One Belt-One Road, en inglés). Lo que hace apenas algunos años comenzó con un discurso del presidente Xi Jinping sobre revitalizar la antigua Ruta de la Seda, se ha convertido en un desafío mayor, una revolución total en infraestructura, tránsito de mercancías, pasajeros, hidrocarburos y alta tecnología (Higueras, 2015). Desde el sudeste asiático hasta Europa oriental y África, el plan incluye 71 países que representan la mitad de la población mundial y una cuarta parte del PIB mundial. La iniciativa de Pekín ha sido llamada un “Plan Marshall chino”, un paquete de estímulo para una economía en desaceleración y una campaña de marketing masiva para algo que ya estaba sucediendo; la inversión china alrededor del mundo y el surgimiento de una potencia contrahegemónica. (Kuo & Kommenda, 2019)


(*) Ricardo Escobar Moreno 

Trabajos citados

Harari, Y. N. (2014). De animales a dioses "Breve historia de la humanidad". Bogotá: Debate.
Higueras, G. (2015). La ruta de la seda silgo XXI. Política Exterior.
Kuo, L., & Kommenda, N. (05 de julio de 2019). The Guardian. Recuperado el 05 de julio de 2019, de The Guardian: https://www.theguardian.com/cities/ng-interactive/2018/jul/30/what-china-belt-road-initiative-silk-road-explainer
Llagostera, E. (2004). La seda China y la ruta de la seda. Boletín de la Asociación Española de Orientalistas, XL(2004) 243-265, 243-265.
UNESCO. (03 de julio de 2019). UNESCO. Recuperado el 03 de julio de 2019, de UNESCO: http://www.unesco.org/new/es/media-services/single-view/news/four_new_cultural_sites_inscribed_on_world_heritage_list/





[1] Apodado Messer Milione, a causa de sus extraordinarios relatos sobre las riquezas orientales.

domingo, 13 de mayo de 2018

Gerencia en tiempo de crisis


Gerencia en tiempo de crisis

¿Se puede administrar en tiempos de crisis y sortear de mejor manera las dificultades que ésta conlleva? ¡La respuesta es sí! En perspectiva, se entiende por crisis, el cambio profundo y de consecuencias importantes en un proceso o una situación, o en la manera en que estos son apreciados[1].

La crisis puede afectar en diversos ámbitos y a los diferentes stakeholders[2], todo depende del momento y las variables que la componen. La “resiliencia”, sustenta la premisa de que los empresarios latinoamericanos, al haber sido formados en un ambiente de inestabilidad permanente, posen el instinto para desempeñarse en un contexto inestable mucho más desarrollado que empresarios y ejecutivos de otras latitudes (Schneider , 2006)

El concepto de personalidad resistente que aparece por primera vez en la literatura científica por los autores Kobasa y Maddi (1972) quienes desarrollaron el concepto, a través del estudio de aquellas personas que ante hechos vitales negativos parecían tener características de personalidad que les protegían. Lo anterior puede resultar un tanto extraño. Sin embargo, se entiende por “Resiliencia” como la capacidad del ser humano y de las empresas para hacer frente a las adversidades, superarlas y para transformarlas positivamente.

Las variables que supone una crisis pueden ser tanto externas como internas y, resultan diversas. Entre otras destacan por ejemplo; ataques a la empresa de cualquier naturaleza, política, fenómenos naturales (externas) y por otro lado; personal de la empresa, accidentes internos, iliquidez (internas). Se trata de aprovechar positivamente la experiencia estresante, para obtener un beneficio que no estaba planeado, pero que en el momento se convierte en una oportunidad para crear soluciones de beneficio individual, posteriormente se pueden llegar a convertir en estándares de desempeño colectivo. (Gestiopolis, 2018)

En conclusión, ésta es una cualidad indispensable para lograr convertirse en un contendor de clase mundial, la decisión de afrontar estos contextos de crisis, simplemente libera el potencial y el talento de las compañías y sus ejecutivos, pues la resiliencia agrega valor a su competitividad. Los escenarios son inciertos, pero se puede sacar ventaja de las dificultades. Esto, sin descuidar y prever un plan de administración de crisis como bien lo plantea la Universidad de Chile (2007).

Por Ricardo Escobar

Referencias


Gestiopolis. (12 de 05 de 2018). Gestiopolis. Obtenido de Gestiopolis: https://www.gestiopolis.com/resiliencia-y-competitividad-empresarial/
Kobasa, & Maddi. (1984). Personalidad resistente. México: Planeta.
Schneider , B. (2006). Resiliencia. Bogotá: Norma.
Universidad de Chile. (2007). Gestión de crisis: nuevas capacidades para un mundo complejo. Santiago: Centro de Gestión.





[1] Diccionario de la Real Academia Española 
[2] Grupos y actores de interés para la empresa